Creemos en un solo Dios, absolutamente perfecto y que existe eternamente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo

Jesucristo es verdadero Dios y habitó en la tierra con las dos naturalezas, por tanto fue también verdadero hombre. Fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la virgen María, murió en la cruz, el justo por los injustos como sacrificio substitutivo. Todos los que en Él creen son justificados por medio de su sangre derramada en la cruz. Resucitó de entre los muertos según las Escrituras. Actualmente está a la diestra de la Majestad en lo alto como nuestro gran Sumo Sacerdote. Vendrá otra vez para establecer su reino 

El Espíritu Santo que es enviado para morar en el creyente glorificando el nombre de Cristo, guiándole, enseñándole y fortaleciéndolo a fin de darle poder para vivir en santidad y llevar el mensaje del evangelio al mundo. El Espíritu Santo es el que convence al hombre de pecado, justicia y juicio; insertándolo en la Iglesia

Antiguo y Nuevo Testamento son infalibles, tales como fueron dados originalmente, fueron inspirados verbalmente por Dios y son una revelación completa de la voluntad de Dios para la salvación de los hombres. Constituyen la única regla divina de fe y de practica cristiana.